La victimización y la idealización en el narcisismo son actos teatrales que se sostienen en mentiras, porque la empatía genuina no forma parte de la ecuación. Mienten para controlar, manipular y conseguir lo que quieren, sin importar el daño que puedan causar.
Son herramientas dentro de un mismo juego
Tanto la victimización como la idealización son estrategias. Son actuaciones construidas y premeditadas para manipular emociones, y la mentira es el cemento que las sostiene.
Un narcisista sin empatía real miente sin remordimiento, porque su única prioridad es mantener el control y proteger su imagen. Usan la mentira como un medio natural, no lo ven como algo malo, porque su visión es: «Si me beneficia, es válido.»
La victimización necesita mentira para ser creíble
Para que la victimización estratégica funcione, exageran, distorsionan o inventan historias en las que ellos son el centro de sufrimiento y traición.
Ejemplos:
- Inventan que fueron traicionados por todos sus amigos, ex parejas o familiares.
- Se presentan como seres incomprendidos, cuando en realidad ellos fueron los abusivos o dañinos.
No sienten culpa porque no empatizan con la otra parte de la historia; para ellos, la narrativa es una herramienta de manipulación.
La mentira aquí sirve para despertar tu compasión, hacerte sentir protector/a, y generar lealtad. Es chantaje emocional disfrazado de sinceridad.
La idealización también es una mentira
La idealización es otra falsa representación. No están viendo quién eres realmente, ni te admiran genuinamente. Están proyectando una imagen de ti idealizada, porque eso les sirve para engancharte.
Frases como:
- «Eres el/la mejor que he conocido.»
- «Nunca conecté así con nadie antes que contigo.»
Son mentiras manipulativas. No porque jamás hayan sentido algo bonito, sino porque exageran y construyen un escenario falso para hacerte sentir imprescindible, aunque al fondo solo te ven como una fuente de suministro emocional (atención, validación, admiración).
Mienten sin escrúpulos porque carecen de empatía genuina
Un narcisista puede mentir con lágrimas en los ojos, aparentar vulnerabilidad o afecto, porque no sienten culpa como lo haría una persona empática. Ven a los demás como extensiones de sí mismos o herramientas que deben servir a sus fines.
No sienten remordimiento porque no consideran a la otra persona un igual. Te pueden idealizar hoy, victimizarse mañana y despreciarte pasado mañana, sin quebrarse emocionalmente, porque su identidad es falsa y fluctuante, diseñada para obtener lo que buscan en cada momento.
La mentira mantiene el ciclo girando
- La idealización se sostiene con mentiras: «Eres el único, nadie como tú.»
- La victimización se sostiene con mentiras: «Todos me han hecho daño, tú eres el/la única que me queda.»
- La devaluación vendrá acompañada de nuevas mentiras: «Tú has cambiado, no eres como al principio.»
Todo el ciclo narcisista se apoya en mentiras para crear realidades que les favorezcan, sin importar si tienen que inventar historias, tergiversar hechos o negar la verdad más evidente.
¿Qué pasa cuando los confrontas?
Si enfrentas al narcisista con la verdad:
- Lo niegan descaradamente aunque los pilles en la mentira (gaslighting).
- Se victimizan aún más para desviar el foco: «No puedo creer que pienses eso de mí después de todo lo que pasé.»
- Te acusan de ser el/la manipulador/a: «Mira cómo me atacas cuando soy yo quien siempre ha sido honesto contigo.»
Qué hacer ante la mentira narcisista disfrazada de victimización o idealización
- Escucha, pero verifica. No asumas que todo lo que cuentan es verdad solo porque lo dicen con emoción.
- Observa las acciones, no solo las palabras. La coherencia es difícil de fingir a largo plazo.
- Pon límites cuando veas inconsistencias. No te enganches en demostrarles la mentira; protege tu energía.
- Confía en tu intuición. Si algo suena demasiado bueno o demasiado trágico para ser verdad, probablemente no lo sea.