Refuerzo intermitente

El refuerzo intermitente

El refuerzo intermitente es una manipulación emocional donde el narcisista combina afecto y maltrato de manera impredecible para generar confusión y dependencia.

El refuerzo intermitente es un patrón de manipulación emocional donde el narcisista alterna momentos de afecto, atención o recompensa con abuso, indiferencia o maltrato, de forma impredecible.

A veces te dan amor o atención y a veces te los quitan, sin que sepas cuándo ni por qué. Esto genera una adicción emocional.

¿Cómo se da el refuerzo intermitente en el ciclo de abuso narcisista?

El ciclo clásico del narcisista:

  1. Idealización → Amor, atención, validación, te hacen sentir especial.
  2. Devaluación → Críticas, desprecio, frialdad, abuso emocional.
  3. Descarte → Te ignoran, te abandonan o te castigan con silencio.
  4. Reenganche → Vuelven a dar «migajas» de atención o cariño para engancharte de nuevo.

En la fase de devaluación es donde el refuerzo intermitente se intensifica. Después de tratarte mal, el narcisista puede, de repente:

  • Tener gestos amables o tiernos.
  • Pedirte perdón (aunque no lo sienta).
  • Volver a decirte cosas como «Te quiero», «Eres lo mejor que me ha pasado.»

Esto te confunde, porque después del maltrato, cualquier migaja de cariño se siente inmensamente valiosa.

¿Por qué funciona el refuerzo intermitente?

Genera adicción emocional

  • Tu cerebro libera dopamina cada vez que recibes un poco de afecto o validación.
  • Como no sabes cuándo llegará, te quedas esperando y esforzándote para obtenerla. Es la misma lógica que las máquinas de azar: el premio no es constante, pero cuando llega, engancha.

Refuerza la esperanza

  • Después del abuso, cuando el narcisista muestra “la mejor versión de sí mismo”, piensas:
    • «Ahí está la persona que conocí al principio.»
    • «Si me esfuerzo, podemos volver a estar bien.»
  • Esto te hace seguir invirtiendo en la relación, aguantando la devaluación y el abuso.

Crea disonancia cognitiva

  • Confusión emocional: ¿Quién es esta persona? ¿El que me insulta o el que me abraza y dice que me quiere?
  • Te cuesta ver la relación como abusiva, porque también hay “momentos buenos”.

Te hace dudar de ti mismo/a

  • Si a veces son cariñosos, puedes empezar a pensar: «Quizá el problema soy yo.»
  • Crees que si cambias, esos momentos buenos serán más frecuentes.

Ejemplos del refuerzo intermitente

  • Días de silencio, frialdad y críticas → y de repente te dice: «Eres lo mejor que me ha pasado, no quiero perderte.»
  • Semanas de abuso psicológico → y un día te lleva a cenar o te sorprende con un regalo.
  • Te hace sentir culpable por algo mínimo → y luego actúa como si nada hubiera pasado, mostrándose afectuoso.

Consecuencias para la víctima

  • Dependencia emocional extrema.
  • Ansiedad constante: nunca sabes cuándo va a ser un buen día o un infierno.
  • Autoestima dañada: porque asocias el «premio» con hacer lo que el narcisista quiere.
  • Dificultad para romper la relación: porque todavía esperas que vuelva “el bueno/a”.

¿Qué hacer frente al refuerzo intermitente?

  1. Tener conciencia: Saber que este patrón existe te da claridad.
  2. No idealizar los «momentos buenos»: Son parte de la manipulación, no pruebas de amor genuino.
  3. Buscar apoyo externo: Terapeutas, amigos que entiendan el tema.
  4. Establecer límites claros: Incluso si son internos al principio, para proteger tu estabilidad emocional.

El refuerzo intermitente es más adictivo que el refuerzo constante. ¿Por qué? Porque la incertidumbre genera más necesidad de control y búsqueda de la “recompensa”.